Mapimí, enigmática tierra de antiguas historias, sombrías leyendas y un prominente pasado minero. Entre sus calles se pueden encontrar una gran variedad de monumentos y construcciones como: la Parroquia de Santiago Apóstol, el Panteón Municipal y las antiguas casas. Éstos sumergen a los visitantes en una atmosfera única, capaz de transportarlos a sus acontecimientos históricos.

Para aquellos con agallas existe la visita a la popular Zona del Silencio, reconocida por los acontecimientos extraños e inexplicables que aquí suceden. Para continuar con los ambientes lúgubres, se puede realizar el recorrido por el pueblo abandonado de Ojuela, lugar que fuera famoso en los tiempos de la minería de Mapimí; quienes lo visitan tienen la oportunidad de pasear entre sus ruinas y la antigua mina.

Antes de concluir el viaje se debe ir a las Grutas del Rosario para sorprenderse con la belleza de las figuras que se han formado, de manera natural, en su interior. Al regresar, es importante probar los platillos locales y observar las artesanías.